"El perdón es una necesidad absoluta para la continuación de la existencia humana" -Desmond Tutu
"El rey egoísta"
Hace mucho tiempo, en un reino muy lejano, existió un rey muy egoísta. A él no le importaba nada que no tuviera que ver con el mismo.
Este rey gobernaba a un reino que se encontraba en guerra desde hace ya muchos años. Un día se le apareció una bruja al rey, ésta le dio dos opciones, podía elegir entre usar su magia para acabar con la guerra y regresar la tranquilidad al reino, o usar su magia para aumentar sus riquezas. El rey, sin siquiera dudarlo, optó por aumentar sus riquezas, a pesar de que ya tenía suficientes.
Un día, cuando el rey estaba dando un paseo a caballo por el reino, vio a una hermosa campesina y se enamoró de inmediato. Invitó a la campesina a pasar a su castillo, para que pudieran cenar juntos y así conocerse mejor, ella aceptó y se reunieron en el castillo. Mientras conversaban, la campesina asombrada del inmenso castillo y de todos los lujos del rey, le preguntó: "¿Cómo es que tienes tantas riquezas si el reino está en guerra?" y el rey le contó acerca del deseo que le concedió la bruja. La campesina, muy indignada, se puso de pie y se marchó. El rey trato de detenerla y le preguntó porque se iba, ésta le contestó que le pareció muy egoísta de su parte haber elegido volverse más rico en lugar de terminar con la guerra, que ayudaría a millones de personas. La campesina le dio la espalda y se marchó.
Esa noche el rey no pudo dormir de toda la culpa que sentía. Al fin había abierto los ojos y se había dado cuenta de todo el mal que causó al haber pensado solamente en sí mismo. Así que invocó a la bruja para hacer un trato con ella; le iba a dar todas sus riquezas (incluso las que ya tenía desde antes de que la bruja las agrandara) con tal de que terminara la guerra de una vez por todas. La bruja accedió y devolvió la paz al reino.
Al día siguiente el rey reunió a todo el reino en el centro de la ciudad para contarles todo lo que había sucedido, les pidió un sincero perdón por su acto egoísta y quería que le dieran otra oportunidad para ser el rey que ellos merecían. Toda la población tenía emociones encontradas, pero al final aceptaron perdonarlo pues parecía que lo que decía era muy enserio y de corazón.
El rey se casó con la campesina, ellos se mudaron a una casa mucho más humilde que el castillo y éste cambio por completo su forma de vivir. Desde entonces el reino fue más feliz que nunca.