"El dolor al ser un proceso natural, tiene una duración y un final. El sufrimiento está creado y mantenido por nuestros hábitos mentales, y puede durar indefinidamente."
Había una vez, una princesa de 10 años que vivía muy feliz con su papá, mamá y hermana. Ella adoraba a su papá y él era su ejemplo a seguir. Un día el rey se empezó a sentir mal, así que, su familia empezó a pasar mucho tiempo en el hospital tratando de averiguar que era lo que él tenía. Después de muchos estudios médicos descubrieron que era una enfermedad que se tardaba tiempo en curar.
Cuando el reino se enteró de esta situación, todos tenían la esperanza de que el rey se curara. Después de muchos tratamientos, él parecía haberse curado y todos se alegraron. Un año más tarde, el rey se sintió mal, por lo que nuevamente lo llevaron al hospital y descubrieron que se había vuelto a enfermar. El rey volvió a pasar mucho tiempo en hospitales con tratamientos duros, pero se logró recuperar otra vez.
Tiempo después el rey volvió a enfermarse. Como ya había pasado por duros tratamientos, esta vez no le fue fácil, cada tratamiento se volvía más difícil de aguantar, dado que se cansaba más después de ellos y perdía fuerzas día con día. Lamentablemente su cuerpo dejó de funcionar al 100 por ciento y necesitaba de nuevos tratamientos para recuperarse.
Para la princesa no era fácil ver al rey en esas condiciones ya que su héroe estaba sufriendo y luchando por sobrevivir. A ella le angustiaba que sufriera de esa manera, así que se alejó para no verlo vulnerable. Para la princesa, desde que el rey enfermó, siempre hubo una esperanza de que se curara y volvieran a tener la vida en paz y saludable que solían tener.
Un día el rey habló con la princesa y le dijo que debido a los tratamientos, él se había debilitado y quedaba poco para la hora de su muerte. Ella se puso muy triste cuando su padre le dijo estas palabras, pero por alguna razón ella seguía teniendo fe en que su padre estaría mejor. Después de la charla con su padre, la princesa trataba de hacer sentir orgulloso al rey, aprendiendo técnicas de gobernación para que el estuviera feliz. Ella esperaba ansiosa el resultado de su evaluación para enseñársela.
Dos semanas después de la plática con el rey, él tuvo una recaída fuerte, la cual lo llevo a la muerte. Entonces la princesa entró en depresión y tenía dificultad para comunicarse con las personas que la rodeaban y la querían. Devastada por haberse alejado de su papá dado que le dolía verlo sufrir, se sintió más triste y sola.
Pasaron 4 meses desde la muerte del rey, en los cuales la princesa seguía con su dolor. Un día ella no pudo soportarlo y necesitó ayuda para superar su gran perdida. Con esta ayuda se dio cuenta que necesitaba superar su tristeza y enfrentarla para poder sentirse ella misma otra vez.
Después de un año, entró a clases de política y conoció a otra princesa, con el tiempo se hicieron amigas y con esta nueva amistad recuperó de nuevo su alegría.