La palabra diálogo es de origen latino, dialŏgus, que, a su vez, se deriva de un vocablo griego. Un diálogo describe a una conversación entre dos o más individuos, que exponen sus ideas o afectos de modo alternativo para intercambiar posturas. En ese sentido, un diálogo es también una discusión o contacto que surge con el propósito de lograr un acuerdo. Por otro lado, la palabra orante significa, aquel que ora, en especial se aplica a la figura o escultura en actitud de orar.
Diálogo Orante se puede definir como: hablar con uno mismo y con Dios.
El Diálogo Orante puede usarse en cualquier momento del día; cuando te das un espacio y te escuchas a ti mismo, para preguntarte cómo te sientes, qué hiciste, etc. Generalmente se hacen preguntas como:
> ¿Qué siento?
> ¿Cómo estoy?
> ¿Cómo ha sido mi día?
> ¿Cómo me he sentido a lo largo de mi día?
> ¿Cuáles son los sentimientos encontrados hoy en día?
> ¿Cómo es mi relación conmigo mismo?
> ¿Qué tanta atención me doy a mí mismo?
> ¿Cómo es que puedo mejor mi relación conmigo?
> ¿Por qué soy alguien importante en este mundo?
No todas las personas tienen tiempo para hacerse este tipo de preguntas diariamente ya que todos tenemos diferentes actividades y horarios que nos quitan este espacio de reflexión, pero todos nos hemos hecho alguna de estas preguntas una vez, porque es algo que a veces hacemos sin darnos cuenta. Es muy importante tener una buena comunicación con uno mismo, ya que es lo que nos falta hoy en día.
Mucha gente vive sin saber cómo le fue hoy en el trabajo o la escuela, cómo se sintió, que hizo y porqué, qué le gustaría hacer y cómo fue su relación consigo y con los demás. Tenemos la errónea costumbre de hablar hacia afuera, a los amigos o la familia y hacerles preguntas que sólo nosotros nos podemos responder. Vemos la necesidad de buscar consejo de alguien más para que nos resuelvan dudas sobre nuestra vida. Sin embargo, a veces solo nos basta un momento de silencio…
Al hablar contigo te desconectas del mundo exterior, omites ruidos que te puedan distraer y te concentras solamente en ti. Resulta muy útil porque además de responder a las preguntas mencionadas, aprendes más sobre ti, sobre tu manera de ver las cosas y tus reacciones ante distintas situaciones.
La escucha juega un papel muy importante en el diálogo y aunque seamos capaces de escuchar a los demás, puede que no lo seamos para escucharnos a nosotros mismos.
Para sentirte en paz tu mente necesita ser escuchada. Es muy importante también aprender a aceptarte a ti y a tus sentimientos. Es muy complicado intentar escucharte cuando no aceptas tu manera de pensar y de sentir las cosas.
Si logras escucharte y entenderte, lograrás muchas cosas de un modo mucho más sencillo.