"La esperanza es una felicidad por sí misma, y la mayor que el mundo puede darnos". - Samuel Johnson
¿Qué es la esperanza?
La esperanza es un estado de ánimo optimista en cual se cree que puedes obtener aquello que anhelas o pretendes, generando a la vez expectativa de buenos resultados relacionados con eventos o circunstancias de la propia vida o el mundo en su conjunto.
La esperanza también puede ser vista como un sentimiento, un valor o un estado de ánimo. Las personas suelen aferrarse a la esperanza cuando se encuentran en alguna situación complicada, ya sea en el amor, en el trabajo, o cualquier otro.
La confianza actúa como un estímulo que aporta fuerza y tranquilidad a la persona que pasa por un mal momento, pero cuando esta se llega a perder, es muy difícil recuperarla. La vida se puede volver como una batalla llena de obstáculos.
La esperanza es aquella sensación que espera que algo bueno te pase en algún momento complicado de tu vida. Los seres humanos necesitamos de la esperanza porque es una motivación que en ciertas oportunidades nos lleva a un camino con el fin de lograr nuestros objetivos propuestos.
Si se siente esperanza sobre algo, quiere decir que a la vez se tiene la confianza para saber que las cosas van a salir bien, es esa motivación que puede tener un individuo para poder establecer un buen futuro. Esto es posible si tú tienes una actitud buena y perseverante.
Esto hace que se gane una confianza, donde se incrementa la perseverancia y la fuerza para seguir luchando por lo que de verdad se quiere.
La esperanza en nuestra vida, sería como una luz que nos guía en la oscuridad para llegar a un lugar; a nuestro objetivo.
¿Qué es tener esperanza?
Es sentirte diferente, principalmente en la intensidad de hacer las cosas. Para que quede más claro, la esperanza es una sensación que te hace seguir adelante a pesar de lo complicado que se puedan ver los obstáculos.
Siempre va a estar esa pequeña esperanza que te va a llevar como una luz en un lugar muy obscuro hasta que esta te haga cumplir con tus sueños.
Por ejemplo, desde chico siempre tuve un sueño que veía muy difícil de cumplir, porque para llegar a eso tenía que pasar por muchos obstáculos. Pero sabía que para cumplir mi sueño no tenía que darme por vencido y jamás dejar que otras personas trataran de intervenir en mi camino. Yo tenía fe de que lo iba a lograr, hasta que, finalmente llegué a donde yo quería, superando a todo lo que intentó que dejara de perseguir mi sueño.