“La esperanza es el pilar que sostiene al mundo. La esperanza es el sueño de un hombre despierto”.
-Pliny the Elder
La esperanza es aquella que nos une como sociedad con un objetivo en común, es aquella en la que nos basamos cuando nos enfrentamos a lo desconocido y pretendemos lo imposible. Nos aferramos más a ella cuando nos encontramos en situaciones complicadas. La esperanza es un recurso que nos ayuda a no caer en la depresión, la cual nos dice que las cosas mejoraran.
Por otra parte, desde un punto de vista religioso; en la religión católica, la esperanza es una de las tres virtudes teologales junto con la unidad a la fe y la caridad, virtudes que Dios le donó a cada individuo para que fuera su reflejo en la tierra y así poder alcanzar la vida eterna.
En la siguiente historia relataré la importancia que tiene la esperanza en nuestra vida.
Érase una vez un pequeño delfín, que vivía con su familia y otros delfines en el océano azul. Eran como una hermosa familia, todos se apoyaban y se querían los unos a los otros.
Un día salieron a mar abierto y decidieron explorar aquello que desconocían. Justo cuando iban a mitad de recorrido, un gran tiburón blanco apareció y atacó a los delfines, pero por suerte alcanzaron a escapar de aquel tiburón.
Al llegar a casa los delfines no encontraban al pequeño delfín, hasta que se dieron cuenta que él no se había regresado con los demás porque se quedó persiguiendo a un pequeño pez que había visto, el cual le llamo la atención.
Los delfines buscaron en todos lados y no había rastro alguno del pequeño delfín. Pensaron que se había perdido en el mar abierto o que se había ido hacia otra dirección. Decidieron ir al lugar donde estaban unos peces parecidos al que el pequeño delfín había perseguido, pero ninguno sabía nada.
Les preguntaron a muchos peces, estrellas, caballos de mar, pero ninguno lo había visto; rendidos y desesperanzados, regresaron todos a su casa. Parecía que no había forma de resolver esto que había ocurrido con el pequeño delfín.
Al llegar todos se asombraron al ver al pequeño delfín jugando en su hogar junto con otros peces, caballitos y estrella. Los papás se dieron cuenta que la esperanza era la que muere al último; después de tanto buscar y buscar, finalmente se dieron cuenta que sus esfuerzos por encontrarlo finalmente sirvieron para hacerlo volver a casa y reencontrarse con los suyos.
"La esperanza es lo último que muere".