Había una vez una familia que vivía en un pueblo mágico, el cual estaba apartado del reino de donde eran originarios. Ellos se habían ido al pueblo por el trabajo del padre de la familia, ya que siempre lo apoyaban y lo acompañaban a todos lados. La familia estaba integrada por dos hijas, su madre y padre.
Todos en el pueblo las conocían, a ella les encantaba pasear por todo el pueblo y siempre se la pasaban jugando en cualquier rincón del lindo pueblo. Tenían muchas amigas, pero tenían dos mejores, las cuales siempre las acompañaban a cualquier lado.
Ellas eran demasiado felices en aquel pueblo. Un día después de una larga jornada de trabajo de su padre, él llegó a la casa diciendo que tenía una noticia, la cual era que lo iban a cambiar de trabajo. Todas se alegraron en ese instante y después se fueron a jugar para contarles a sus mejores amigas lo que su padre les había dicho.
Y así pasaron los días, las niñas estaban muy emocionadas del nuevo trabajo de su papá, ya que él se veía muy feliz al respecto. Sin embargo, en una ocasión cuando su papá llegó de su antiguo trabajo, les dijo que se iban a tener que ir del pueblo.
Las niñas tendrían que empacar esa misma noche, porque el trabajo del padre no podía esperar. Ellas se volvieron locas y empezaron a llorar desde el momento en el que les dijeron "nos tendremos que ir del pueblo". Ellas se sentían muy tristes porque no querían dejar su vida en ese magnífico lugar.
Toda la noche lloraron, pensando en cómo es que iban a dejar a sus mejores amigas y a todo el pueblo que conocían. Les daba miedo irse, no sabían cómo era la gente de otros pueblos y menos si las iban a aceptar. A la mañana siguiente les dijeron a sus mejores amigas, la cuales se pusieron muy tristes, pero les dijeron que iban a ir seguido a visitarlas. Ese mismo día llegaron al nuevo pueblo. Los primeros meses se la pasaban tristes, pensando en porque les tuvo que pasar.
Tiempo después encontraron a su padre con otra mujer que no era su mamá, ellas se enojaron tanto con su papá que durante un mes no le hablaron. Le dijeron a su madre que su padre había estado con otra mujer, causándoles una gran confusión. Posteriormente entendieron que todo había sido un malentendido, pero las niñas se sentían muy mal porque casi deshacen a su familia. Hablaron con su padre y le pidieron perdón por todo lo sucedido. Su padre les explicó todo lo que había pasado; al final se dieron cuenta que todo era un mal entendido, su padre las perdonó y su madre volvió a tener confianza en él.
Fin